-Existen una gran variedad de canelones con diferentes rellenos. Los he comido de muchas clases, pero los que más me gustan son los caseros y con la receta de mi abuela. Para gustos, colores y aunque tienen un proceso laborioso, no cambio la receta nunca.
-Yo compro las placas de pasta para enrollar la carne pero mi abuela las hacia ella misma de una en una, como los creps. Mi paciencia no da para tanto y como ya os he dicho, a mi se me hace larga su preparación; por eso cuando preparo canelones para todos (para que se lleven su bandeja a casa) hago un montón, o sea, 80 ó 100 unidades.
Ingredientes para el relleno:
2 kg. carne de ternera
1 kg. carne de cerdo
1/2 pollo deshuesado
4 ó 5 higaditos de pollo
2 pimientos verdes
4 cebollas grandes
1 cabeza de ajos (pelados)
300 gr. de tomate crudo pelado
3 hojas de laurel
una ramita de tomillo
1 vaso de vino blanco
aceite,sal y pimienta negra
-Pediremos al carnicero que nos corte toda la carne a dados del tamaño de una nuez.
-En una cazuela bastante grande ponemos un buen chorro de aceite de oliva y la carne. Vamos sellando la carne que soltará bastante líquido pero no importa. Mientras cortamos las hortalizas también un poco grandes y las vamos añadiendo a la carne. Primero las cebollas y ponemos un poco de sal para que suden y no abulten tanto. Seguimos con los ajos enteros y pelados, luego los pimientos.
-Vamos removiendo de vez en cuando y echamos el laurel y tomillo, la sal y pimienta que necesite. Si acaso ya iremos añadiendo más sal.
-Añadimos el tomate que puede ser natural o de lata. Dejamos reducir a fuego medio-bajo y así como vaya perdiendo líquido, iremos añadiendo el vino.
-Si lo cocéis tapado podéis bajar el fuego y que simplemente vaya haciendo chup-chup. En estos momentos es cuando la cocina empieza a oler a gloria. No tengáis prisa, dejar cocer hasta que la carne se deshaga por si sola.
-Si veis que se acaba el caldito, vais añadiendo chorritos de agua o caldo(mejor caliente). No tiene que quedar seco porque al triturarlo se secará más y no tiene que hacer bola al comer. Dejad como si fuera un estofado un poco caldoso. Rectificar de sal
-Picar la carne con una picadora de carne, (la un, dos, tres, pica demasiado fino).
-Hervir las placas de los canelones o remojarlas, según las que uséis. Colocarlas sobre un lienzo y poner un montoncito de carne picada sobre cada una. Ir enrollando y apretando al mismo tiempo.
-Si al estar la carne picada veis que ha quedado un pelín seca, podéis añadir un poco de leche.
-En una fuente que pueda ir al horno, ponéis un par de cucharadas de bechamel. La bechamel, que cada uno la haga a su manera, también hay mil maneras de hacerla.
-Colocar los canelones sobre la base de bechamel hasta tener la fuente llena.
-Napar completamente la fuente hasta cubrir todos los canelones. Si os gustan con más bechamel les ponéis un poco más, al gratinar se irá espesando.
-Espolvorear queso rallado por encima y poner unas bolitas de mantequilla y gratinar en el horno hasta que cojan un poco de color.
-Tengo dos maneras de guardar los canelones, una es cuando están enrollados, los pongo en una placa grande sobre un papel parafinado o de horno y los meto en el congelador, cubiertos con papel film para que no se sequen y cuando están congelados, los guardo en tuppers grandes y voy sacando los que necesito haciendo más bechamel. La otra forma es dejarlos como en la foto de arriba, sin gratinar y congelar toda la bandeja. Cuando vayáis a comerlos, se ponen en el horno "sin descongelar", si lo hacéis, se cortará la bechamel y se aguaran.
-Si tenéis restos de carne de estofados, asados o carne de caldo, podéis aprovecharla y añadirla a la cazuela antes de acabar la cocción, siempre y cuando no sea carne muy especiada o con salsas fuertes, de lo contrario os estropearía todo lo anterior y no merece la pena después de tanto trabajo.
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