-Es el clásico bizcocho de manzana al cual puedes darle algunos toques personales.
-Como es la primera vez que lo hago, he puesto los ingredientes que pongo a la mayoría de bizcochos, no sabia exactamente como quedaría al añadir la manzana troceada a la masa; a veces se hunde o se queda la manzana en el fondo , etc... Pero no!! ha quedado la mar de húmedo, esponjoso y lo más importante, los trocitos de manzana se han repartido uniformemente por todo la tarta.
-Era un pequeño reto que tenia pendiente y ha sido un éxito, que he querido compartir con todo@s l@s que me leéis.
Ingredientes:
3 manzanas dulces
250 gr. harina
200 gr. azúcar
4 huevos
15 gr. levadura química (en polvo)
1 yogur griego
100 gr. aceite girasol
aroma de vainilla
un pelin de sal
-Quitamos el corazón y pelamos las manzanas, cortamos laminas finas para poner sobre la tarta y el resto lo cortamos a trocitos pequeños para incorporarlo a la masa. Rociamos las manzanas peladas con zumo de limón para que no se oxiden. Reservar.
-Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen su volumen, (entre 5 y 7 minutos con varillas eléctricas).
-Añadimos el yogur, el aceite y la vainilla, mezclamos bien y echamos la harina tamizada con la sal y la levadura. Lo haremos poco a poco y sin dejar de batir, aunque ahora lo haremos a velocidad mínima.
-Agregamos la manzana cortada a trozos, removemos hasta que este bien mezclado.
-Untamos un molde con mantequilla y espolvoreamos de harina, desechando la que no se quede pegada al molde.
-Volcamos la masa en el molde, llenando tres cuartas partes. Colocamos las manzanas laminadas encima formando un dibujo y espolvoreamos con azúcar.
-Metemos el molde en el horno que tendremos precalentado a 180º C. y dejamos unos 35/40 minutos. Pinchamos con una brocheta para asegurarnos que esta hecho por dentro. Yo lo he tenido en el horno 1 hora, pero supongo que será por el molde que es de loza.
-Cuando lo saquéis del horno y en caliente, pintar con un poco de gelatina o con una mermelada rebajada de melocotón o manzana.
-Adornar con cerezas. Estas son picotas (no son aceitunas 😉) que tenia en almíbar desde hace cuatro años. Están muy buenas y muy dulces pero con los años las confituras y mermeladas se van oscureciendo.
-¿A que es chulo el molde?, me lo regalaron en el super. Dentro había una especie de paté que se vendía a granel. Les pedí a las amables charcuteras si me lo querían guardar al acabar todo el el contenido. Tendré que hacerles una tarta para agradecerles el detalle.
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